Cada vez que busco una razón para seguir adelante y no rendirme, comienzo una busqueda interna que me lleva a reflexionar y muchas veces a orar pidiéndole a Dios que me ilumine. Esto me sucede mucho cuando voy sólo en este tráfico que cada vez se vuelve más pesado, pero trato de sacarle provecho y reflexionar sobre muchas cosas. Mis charlas se extienden desde política, mis asuntos personales, sueños, metas y autocritica pero en todas siempre trato de incluir a Dios como si estuviera sentado de mi copiloto (aclaro que no soy religioso y me explotan las iglesias). Estas conversaciones con mi amigo siempre terminan con una simple respuesta, mis razones para vivir son dos pequeños que me ven como su súper hombre (aunque sea tan debil), que me hacen reir y cuando enferman llorar. Mis razones para vivir también incluyen a mi esposa que ha sabido mantenerme en la realidad y dejarme soñar para poder crear, debo ser justo y decir que mis razones para vivir también incluyen a mis amigos y amigas que invirtieron tiempo en eseñarme a ser mejor y me aprecian así como soy.
Les dejo esta reflexión o como quieran llamarle deseándoles un excelente día y que Dios los bendiga.
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